Porosa y compacta mi piel 
desea tus suaves miradas rozando el susurro fiel
en una tarde ciega
recibir antes de querer.
En mi ventana hay flores
que buscando  luz 
se alargan hacia el techo
como un alma de compañía, 
coloreando sueños, 
vistiendo sonoros besos.
Y las veo siempre cuando despierto
Serán rojas o amarillas,
puestas a mis pies 
tus flores de cosecha al amanecer.
Tronando al caminar el paso de la verdad
mis tacones asombran pasivos brotes
de amor, sin color, sin olor.
Cuando me mires 
y veas y oigas  
será de mis ojos un cristal de luz 
más feliz 
allí donde sonrias tu.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
 
 
 

No hay comentarios:
Publicar un comentario