martes, 21 de diciembre de 2021

ME LO SÉ

 Se está quebrando el mundo, nadie lo vé

Se siente la indiferencia, el aburrimiento, el no saber que hacer

Es como la huevera vacía, como el destino sin tren


¿Dudas? estornudas y se alejan tus sueños 

se recogen tus deseos en barreños, llenos 


Ama, disfruta y crea, imagina realidades 

Las mujeres pueden, las mujeres  no tienen absurdas vanidades

REFLEXIONES FEMINISTAS

 

Parece que los hombres están un poco desconectados de la realidad de las mujeres.

Encuentro que muchos se han dormido en el estereotipo de la pareja chacha o la mujer complemento que resuelve todas las facetas que no les interesa abordar.

 

Es cierto que hay hombres inteligentes a la hora de adaptarse porque, sobre todo, escuchan y entienden que las necesidades de una mujer no son las mismas que ellos disponen.

 

Es tan fácil como escuchar. Es triste pensar que las mujeres no hemos tenido espacio en muchos ámbitos de la vida social, laboral, artística, cultural, simplemente porque no se nos ha escuchado.

 

Hace pocos días, un hombre de mi edad me hablaba de sus necesidades a la hora de encontrar una pareja.

Lejos quedaba la necesidad de compartir, de sentir y de enamorarse, de crecer como persona junto a alguien a quien admirar; para quedarse en el aspecto limitado de la convivencia. “Que sea limpia, que no se escaquee…” Hábitos, por otro lado, fáciles de corregir si se quiere y que nosotras no hemos sabido, ni aun hoy somos capaces de reivindicar.

 

Todas sabemos lo que significa convivir y sobre todo convivir con un hombre. Por desgracia, eso es así todavía y son mayoría los que buscan el complemento doméstico que se debe sentir bien simplemente con el agradecimiento o, lo que es peor, una supuesta protección.

 

¿Necesitamos protección las mujeres? NO, la protección siempre la hemos dado nosotras y es algo que nos pesa y nos abruma, no confundir con necesitar protección. El hecho cierto es que necesitamos compartir la responsabilidad de proteger el hogar, la familia o la relación.

 

Muchos hombres se preguntan que es lo que pueden ofrecer sin dejar de renunciar a la comodidad de un protagonismo jerárquico y dominante. Vamos fatal.

Son una generación que no puede cambiar sus convicciones forjadas durante toda su vida en todos los escenarios y con el apoyo/sumisión de las mujeres.

 

Yo siempre pongo el ejemplo de intentar poner a los protagonistas de cada historia o situación en el papel del otro. Es decir poner a una mujer en una situación habitualmente generada por hombres y al contrario.

 

Por ejemplo ¿Cómo se siente un hombre cuando una mujer le piropea por la calle?. Curiosamente, en el 90% de los casos, se sentirá molesto. Pero suponen que a una mujer le tiene que parecer un “detalle” que alguien la aborde en la calle y le diga “cosas”.

En cualquier caso, a los más conciliadores, les parece una tontería que ahora “ de repente” esté mal visto “piropear” a una mujer.

Esta postura es la más dañina porque está cuestionando la importancia que tiene ser tratadas como personas y no como objetos en este caso concreto.

 

Otra postura muy frecuente es ver cada reivindicación como una agresión al sexo masculino. Como un ataque a su hombría y costumbres naturales incuestionables.

En estos casos lo mejor es no intentar un diálogo porque siempre lo van a ver como un ataque. Esto sólo les reafirma en su posición.

 

Por mi edad, he vivido muchas situaciones que me hicieron sentir mal y que, en ocasiones, cuando era más joven, y no entendía por qué. Esto se debe a que yo también he sido educada en el mismo contexto y por lo tanto veo o veía el mundo de la forma que me habían enseñado.

 

He compartido viajes con hombres que han “requerido” el favor sexual como obligación, también me han exigido cumplir en la cama durante mi matrimonio. Si un hombre de nuestro siglo es capaz de llegar a esto, quiere decir que no hemos avanzado mucho a nivel profundo.

 

Las convicciones profundas son las más difíciles de cambiar por eso todas tenemos que aprender a decir NO, sin explicaciones, marcando el camino que nos gusta seguir y cediendo como personas no como mujeres al servicio de los hombres.




martes, 13 de junio de 2017

ME ACOSAN

Hoy he llegado a las 8:30 a mi trabajo, tengo que "demostrar" que cumplo mi horario, siempre lo he cumplido, incluso me he adaptado al trabajo a cualquier hora, pero ahora tengo que demostrarlo, después de 20 años trabajando aquí.
Cuando he entrado en el despacho he notado en mi estómago una sensación desagradable que aumentaba mi nervisosismo según abria mi correo, no había correos nuevos de mi acosadora. "Tranquila", me he dicho, "no ha pasado nada". No sabemos nada.
Aún tengo esa sensación angustiosa en mi estómago no sé si se marchará pronto.
Una amiga me dice desde Gambia que soy valiente y eso me anima, aunque yo no quiero ganar un concurso de valientes, lo que quiero es que nadie abuse de mi, de mi buena fé, de mi confianza. Quiero hacer mi trabajo, hacerlo bien.

martes, 18 de abril de 2017

ESPACIOS EN BLANCO

Sí, a a veces nos encontramos, en esos impresos que nos dan, con espacios en blanco donde no sabemos que poner. Ahora me siento un poco impresa verdaderamente, impresa. Mis blancos espacios ni siquiera se ven, puedo decir que son dos o tres espacios importantes, sólo eso puedo decir.
Quizá fáciles para mi y difíciles para el resto, blancos pero leves y sonoros como el tiempo.





lunes, 1 de agosto de 2016

Limpiar Las Lentejas

De pequeña siempre observaba a mi madre separar las lentejas. Esta laboriosa tarea se ha perdido porque las lentejas ya vienen limpitas, eso predijo mi madre cuando decía: "la verdad que ya casi no hace falta".
Las destrezas domésticas no se valoran porque no se publican señoras y señores, las fotos de alimentos son las mejor valoradas en las redes, las que más atención captan, no hemos evolucionado tanto.
Aquellas diferencias que no se quieren ver no existen, soy un hombre más, se dijo ella, no veo mi sexo cuando camino con personas que hablan y expresan.
Dejad de mostrar diferencias y poned el acento en las cosas iguales como las lentejas, limpitas.

Mejor Fuera Que Dentro

"He vivido tiempos de dulce contradicción y ahora pienso en ti como una carga sin peso".
(Esto le dijo Leonor a Proctor).
Leonor volvio al verde hoja de lima que tanto la reconfortaba y vestía de este tono todos los días. Canceló su viaje pero no pudo evitar que sucediera. La vida le regaló la oportunidad de querer su destino y de saber.
Se sentía feliz, Proctor se convirtió en el miserable que siempre fué y eso libró su corazón con una mezcla de alivio y desencanto cruel.
"Puedes venir a tomar el te querido amigo, pero ya nunca serás mi confidente".
Proctor no supo que contestar, no entendía bien el significado de aquellas palabras, pero pensó que tenía suerte de poder tomar el té con Leonor de vez en cuando.

martes, 21 de abril de 2015

Fracaso



nO Sí, que es mejor ser, vivir, pensar, morir, estar.
Hay días que recojo odios y odios que aprietan los días.
Sin pecado concebida, del amor mecida y del sentimiento
a veces
herida.

¿Soy un hombre delicado o una dama retraída?
Soy lo que me lee el tiempo que hace que no me ves.

Si expreso me delato
y si lato, me desperezo y siento.

Bonito es quererte sin saber donde estás y hermoso es amarte cuando te vas.

¡Aquí me siento y espero!
y las horas
sonoras
me marcan el momento de reír
por soñar...
qué quiero.