jueves, 14 de abril de 2011

Leonor apoyó su cabeza en la puerta mirando al techo y pudo llegar a sentarse en el pequeño banco del recibidor. Allí permaneció un rato pensando con la mirada perdida.
Había una mezcla extraña de sensaciones en su corazón, Proctor era importante para ella, sin embargo, su cabeza se había quedado varada en la imagen de su amado y apenas reconocía sus sentimientos.
Leonor tenía la extraña y a veces molesta habilidad de adelantarse a los acontecimientos. Pocas veces se confundía, su error eterno era no dejar que los demás pensaran que ella escuchaba. Escuchaba más allá del presente y a menudo chocaba con la frustración de quien le hablaba. Esto es difícil de entender pero así era.
De repente, como solía pasarle, le vino a la mente una frase, las frases de Leonor, sentenciadas a sí misma: “tengo que pensar más despacio” . Con esta clara visión, abandonó su letárgico estado allí sentada en el recibidor. Movió la cabeza intentando sacudir los pensamientos que le estorbaban unos minutos antes.
Entonces llamó a su amigo aunque aún no había pensado que iba a decirle.

lunes, 4 de abril de 2011

La muerte de un soldado

Y lío mis sesos en bramante
esculpo estatuas en el aire
como nubes que deshace el viento,

y sigo arañando mi garganta
clavándome tus versos
arrasando, como el aire,
la armadura del soldado

su invicto orgullo
su malogrado caballo

Ya no se siente invencible.

Cemento de arena y sudor espeso
gotea entre sus dedos
en el latido de su puño cerrado.

Le ha vencido el aire invisible,
el mismo que tensó las velas
con la fuerza que le llevo
a los pliegues de la tierra.

Madonna X-Static Process Live

viernes, 1 de abril de 2011

Fabula

Como un mercenario sin escrúpulos
aquél poeta inspirado
ignorante de la frágil verdad
despreciando el azul sutil,
prostituyó sus versos
por halagos de extraños.

Pasó al mundo de los poemas robados,
poemas usados,
poemas de segunda mano.

En la puerta de su estancia
ahora figura un cartel:
"a poeta sin vanidad
se ofrece musa en alquiler"

mi pared

Tras esta pared sorda donde esta el mundo pequeño que me pertenece,
hay otro mundo más grande donde a menudo me siento diferente,
como una extranjera desorientada.

Y dejo aquí mis versos torpes,
ingenuos,

como yo

A borbotones ansiosos de pasión,
sin sentido, a falta de algo,

como yo

Sin tildes, signos y pausas
como el agua vertida en el suelo,
y al final
se canaliza en las juntas de la baldosa más cercana

Con el ritmo de radio mal sintonizada
que nos devuelve las voces distintas
cuya unión se oculta en un silencio,

como el mío

Y no entendemos nada.